martes, julio 29, 2008

Penúltimo día

Hoy hemos presentado el ejercício profesional. Como buenos españoles de pro, dejamos algo para el final. Esta mañana como locos rematando la presentación. Los virus no nos dejaban trabajar bien...¡todos los ordenadores infectados y colgados!.

Y también como siempre, muchas previas, muchos ensayos y, a la hora de la verdad, nos hemos comido el tiempo. Los últimos casi no hemos podido hablar. ¡Con lo que a mi me gusta!.

Y en este curso en el que yo esparaba mucho tiempo para hablar, comentar, dialogar, discutir, resulta que prácticamente no he abierto la boca. Vuelvo a Valencia con ganas de hablar, pero también con ganas de olvidar por unas semanas el baloncesto.

Esta tarde supuesto práctico. 3 minutos para valorar nuestra virtud en el campo, cómo nos desenvolvemos. Tiempo suficiente, ¿no?.

Mañana exámenes y...vuelta a casa.

lunes, julio 28, 2008

El autobús

Deflection es la palabra que tienen los americanos para expresar que alguien ha tocado el balón, intentando cortarlo, aunque no ha llegado a tener control. En un orden un poco más general, significaría todo aquello que un jugador hace pero que no pasa a las estadísticas. Nosotros podríamos asemejarlo a los famosos intangibles.

Durante estos días en el CES ha habido muchos "deflections". El apretado horario, los nervios de los trabajos, las inquietudes por los exámenes, han impedido que tuviéramos mucho tiempo para conectar con el resto de gente del curso; tan solo hemos conseguido tener un pequeño contacto.

Al final voy a pensar que, donde más relación hemos hecho, es en el autobús. Lo cierto es que en cada viaje hemos tenido una historia que contarnos, un tema que discutir e incluso hemos llegado a plantear foros, algunos más interesantes que los propios que nos organiza la FEB.

Definitivamente, me quedo con el autobús. Mira por dónde, hoy iré al curso en coche porque me tengo que volver antes. Hoy no tendré deflections.

domingo, julio 27, 2008

El final del tunel



Exámen de reglas: misión cumplida. Como en casi todos estos cursos, el temido exámen de reglas ha dado mucho que hablar: antes y después del exámen. Por mi parte, aprobado, misión cumplida y a otra cosa mariposa. Es como quitarse un gran peso de encima porque por mucho que estudies, nunca tienes garantía de éxito.


Es triste que llegado este momento, en lugar de intentar disfrutar de lo que tenemos, estemos más pendientes de contar cuántos días quedan para que acabe esto. Todos pensamos en llegar a casa. Llegar y no saber nada de baloncesto en unos días. Incluso alguno se ha planteado hacerse entrenador de balonmano. Por poner un simil, es como si en un película de terror viéramos el final del tunel. ¡Allí está la luz!.


Y es que este curso se ha hecho más largo de lo previsto. No por los días, que antes de venir ya sabíamos cuántos eran, sino por el ritmo frenético de contenidos, clases, trabajos y demás.


Algunas de las ponencias desmoralizan, otras dejan indiferente y son pocas las que aportan un nuevo punto de vista, una idea novedosa, un "déjame que lo piense". Eso, o que estamos tan cansados que no somos capaces de asimilar todo lo que nos cuentan.


Lo que no recuerdo es, si en las películas de miedo, era bueno ir hacia la luz o no.

sábado, julio 26, 2008

Nunca te fies de un árbitro

Hoy exámen de reglas. Pérez Niz parece un tipo majo y agradable. Durante las charlas de ayer nos dejó entrever cómo serían las preguntas e incluso, cuáles podían ser candidatas al fatídico test.
Todo parece indicar que el exámen será acorde a lo que ha explicado en sus clases presenciales. No esperamos sorpresas. Ya, ¡pero es un árbitro!. Estos tios son como el malo de la película. Lo ves venir. Se hace amigo del chico bueno, pero al final se la clava. Esperemos que con Pérez Niz cambien los famosos guiones de películas y estemos ante el primer malo de la historia converso.

Por lo demás: "Cuaderno de bitácora....día 11". Ya vemos el final del tunel, lo que nunca me quedó claro en estas cosas es si debes ir o no hacia la luz.

miércoles, julio 23, 2008

A mitad de camino

Hoy hace una semana que estoy en Málaga y me quedan otros tantos días de estar por aquí. Estamos ya a mitad de camino. Ya solo queda bajar la cuesta, dejarnos llevar hasta llegar a los exámenes finales.

Ayer, con el show-man de Ricard Casas; hoy, muy sobrio Alfred Julbe y sorprendente Casimiro. No me lo esperaba y me ha gustado mucho.

Pero lo más significativo de esto es que estos días aquí nos hacen actores de la película "Atrapado en el tiempo". Todos los días empiezan igual, acaban igual y tenemos casi las mismas situaciones. Día tras día. ¿Cómo se rompía el maleficio en la película?

viernes, julio 18, 2008

Exámenes superados

Esa sensación de agobio por los exámenes hacía mucho tiempo que no la vivía. Cuando juegas un partido importante ese nerviosismo rayando el histerismo que sueles tener, no es nada, comparado con la sensación de los exámenes.

Al final todo quedó en agua de borrajas. Todos los exámenes del bloque común aprobados. Bueno, aún queda el de reglas de juego.

Aquí los días pasan de forma muy extraña. Como empezamos las clases un miércoles y todos los días son exactamente iguales, es como si mi mente hubiera fijado el primer día como lunes y hubiera seguido contando desde ahí. Por tanto para mí hoy es miércoles y no viernes como creo que es en realidad. Esto debe ser algo parecido al jet-lag (que tiene nombre de helado pero es un síntoma), pérdida de la realidad, sensación continua de cansancio, de no saber dónde estás, etc.

Y la vida sigue, o mejor dicho, el curso continua. No hay alegrías para los que hemos aprobado, pero nos libramos de seguir estudiando para la repesca.

miércoles, julio 16, 2008

CES 2008

En Málaga en el curso de entrenador superior. De momento y aunque no deberíamos fiarnos de las primeras impresiones, mal pinta el tema.
El alojamiento no está mal, pero estamos muy alejados de la civilización. La primera comida me ha recordado....¡el colegio!. ¡Ni pensarlo!, en el colegio nuestro cocinero Joaquín se esmeraba bastante más.
El delegado de la andaluza me dice para rematar el tema que descanse que acabaré cansado del curso. Dice que todos los años la gente se queja de que es un rollo, que no hay tiempo de nada, que si la comida, que si los horarios, que si las pilas duracel.

Resignación.

miércoles, julio 09, 2008

De viaje por Europa


Cuando un espectador se sienta delante de su televisor para ver un partido, probablemente piense que nos separan solo unos metros, justo los que hay entre su sofá y la pantalla. En realidad es probable que estemos a miles de kilómetros de distancia. Es la magia de la tecnología.

Cuando viajas tanto durante una temporada, pierdes la noción del espacio. Todos los sitios te parecen iguales. Los aeropuertos con sus vuelos cancelados o retrasados, los hoteles con sus recepcionistas con sonrisa forzada que hablan en inglés y los pabellones con sus canastas y sus banquillos. Tengo que decir que en esto último hay grandes diferencias.


Mi teoría es que, cuanto más al este viajas, mejores son los pabellones.

En Brno, de nefasto recuerdo porque nos privaron de acceder a la final de Europa, el equipo anfitrión, el Gambrinus (ya podrían haberse bebido las jugadoras unas cervecitas a cuenta del patrocinador), tiene un pequeño pabellón en medio de un bonito bosque. Con lo oscuro que es ese pais no entiendo como han podido construir un pabellón con tanta luz y color. Aunque a eso les ayuda mucho su afición.


En Moscú pugnan varios equipos por tener el mejor pabellón. El del Spartak tiene para mí el mejor sistema de sonido que he visto nunca en un recinto deportivo. En la final de la Euroliga de la temporada pasada, hubo un momento ensordecedor por parte del público, en el que me volví para mirar a la grada. Había mayoritariamente señores muy serios con bigote; la mayoría de ellos -con uniforme militar- totalmente en silencio. ¡Todo eran efectos de sonido!

Sus vecinos del Dynamo tienen un pabellón de entrenamiento que muchos equipos de aquí quisieran para jugar sus partidos oficiales. El recinto de juego, el oficial, simplemente espectacular. Lo mejor los banquillos: ¡eran sofás!. Si durante el partido me hubieran traido una coca-cola y unas palomitas, hubiera pensado que estaba en mi casa viendo el partido en la tele. Bueno en realidad el sofá de mi casa no es tan cómodo. Como el partido era un poco aburrido, yo miraba de vez en cuando por si alguna jugadora se echaba una cabezadita.

Pero si he de quedarme con uno, lo hago con el del Teo Vilnius, en Lituania. El pabellón no es el más bonito, ni el más grande. El público más bien soso y poco enchufado con su equipo. Pero basta con una mirada al techo, para darte cuenta de lo que se ha vivido en esa cancha. Allí, en lugar de retirar las camisetas de los ilustres que han pasado por sus filas, retiran directamente la "cara". Os dejo una muestra. Impresionante.